miércoles, 24 de febrero de 2010

Sin título (Ejercicio en clase)

Ejercicio hecho para la clase Literatura y Narrativa Periodística
Tercer mandamiento del periodismo literario: escogencia del narrador (primera o tercera persona)

Texto 1
Punto de vista del narrador en tercera persona.
 
Estaban los mismos de siempre -y no son muchos-, luego, a pesar de la dispersión y de los tragos era muy fácil saber que ella se había parado de la mesa, y no era difícil suponer detrás de quién. Seguramente se habrían encerrado en un baño o en algún cuarto vacío porque se habían deseado desde el día en que se conocieron, una noche de enero tres años antes, y al parecer ese día, por fin, iban a poder ahogar con desenfreno toda la pasión y la locura que sentía el uno por el otro.
 
Ese día ella se había arreglado como si hubiera presentido lo que iba a pasar. Muy sexy salió de su casa; tenía puesta una pequeña falda de jean con la que se le veían sus contorneadas piernas, exagerando su buen cuerpo, y la blusa vaporosa de rayas aguamarina que tantas otras veces le habían quitado en noches parecidas a la que estaría por llegar.
 
Ahí estaban los dos, encerrados en un baño como cualquiera se lo hubiera imaginado. A medio desvestir se devoraban a besos, como si el mundo se les fuera a acabar en los próximos diez minutos. Parecía que no había tiempo para formalismos, no era más que bajarse el pantalón, subirle la falda y quitarle la blusa aquella; por situaciones similares, su blusa preferida.

Y así la tenía: de espaldas a él, de frente al espejo cuando, con un movimiento muy brusco, ella se volteó, y ahora de frente a él, lo alejó cogiéndolo de sus brazos que –como si nada- aún seguían en sus senos.
 
- Basta! No máaaaaaas! –le dijo ella con un tono casi parecido al del desprecio-.

Él, concentrado, ahora con violencia, intentó voltearla de nuevo, pero ella estaba muy dispuesta a salir del baño, y esta vez ya bastante alterada y con la voz entrecortada, le repitió:

- No máaaaaaaaaaaas… por favor… no más!!!!!!!!!!!!! LARGATE!!
 
Detrás de esa decisión, sólo se podía ver el desorden que el espejo reflejaba. En medio de su ropa –que aún seguía tirada por todo el baño-, de un par de botellas de cerveza medio vacías, y de los rastros de marihuana de un cacho que habían intentado armar, mientras un par de lágrimas negras rodaban por sus mejillas, ahora sentada en el piso, justo detrás de la puerta, ella contemplaba el espacio caótico en el que se había sumergido.

Texto 2
Punto de vista del narrador en primera persona

Estaban los mismos de siempre -y no son muchos-, luego, a pesar de la dispersión y de los tragos era muy fácil saber que yo me había parado de la mesa, y no era difícil suponer detrás de quién.

Nos habíamos deseado desde el día en que nos conocimos, una noche de enero tres años antes, y al parecer ese día, por fin, íbamos a poder ahogar con desenfreno toda la pasión y la locura que sentíamos el uno por el otro.

Ese día me arreglé como si hubiera presentido lo que iba a pasar, aunque suene lógico que sabiendo que él iba a estar allá, hubiera pensado en algo. Muy sexy salí de mi casa; tenía puesta una pequeña falda de jean y la blusa -que más que vaporosa, insinuante- de rayas aguamarina que tantas otras veces me habían quitado en noches parecidas a la que estaría por llegar.

Como si hubiera sido un plan, ahí estábamos los dos, encerrados en un baño como cualquiera se lo habría podido imaginar. A medio desvestir nos devorábamos a besos, como si el mundo se nos fuera a acabar en los próximos diez minutos. No había tiempo para formalismos -en ese momento a mí no me importaba su novia, que por cierto ahora era mi amiga- y no era más que sin pena bajarle el pantalón, y sin pudor subirme la falda y dejarme quitar la blusa aquella; por situaciones similares, mi blusa preferida.

Y así me tenía: de espaldas a él, de frente al espejo. Pésima posición, pésimo momento. En el espejo estaba reflejada la imagen más bochornosa que jamás hubiera podido protagonizar: en ese momento me estaba devolviendo el peor reflejo del desorden en el que mi vida se había convertido. Ya no soportaba verme con las manos de él en mis senos, ni con su “cochina” lengua en mi cuello. Su cara de placer me hacía sentir como la mismísima traidora, como una perra! Me daba asco, yo me daba asco. Así que bruscamente me volteé, y ahora de frente a él, lo alejé quitándole de encima sus manos que –como si nada- aún seguían tocándome.

- Basta! No máaaaaaas! –le dije con un tono casi parecido al del desprecio-.
 
Él, extasiado, como si estuviera en un trance de placer, concentrado, como una máquina, ahora con violencia, intentó voltearme de nuevo, pero yo estaba muy decidida a salir del baño, a escaparme de ese momento, porque no estaba dispuesta a soportar más esa auto humillación. Esta vez, entonces, ya bastante alterada y con la voz entrecortada, le repetí:
 
- No máaaaaaaaaaaas…. por favor…. no más!!!!!!!!!!!!! LARGATE YA!!

Ahora estaba sentada en el piso, justo detrás de la puerta. Con mi pelo desordenado y mi cuello hasta arañado, en medio de mi ropa –que aún seguía tirada por todo el baño-, de un par de botellas de cerveza medio vacías, y de los rastros de marihuana de un cacho que habíamos intentado armar, mientras un par de lágrimas negras rodaban por mis mejillas, no me quedaba más que contemplar el espacio caótico en el que había sumergido mi vida.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Porque volverte a ver es una necesidad!

9 de Febrero de 2010
Début Octavo Semestre

Cómo le va a decir uno al profesor, que apenas acaba de conocer luego de entrar a clase, que mis hijos sean niños o niñas se van a llamar Ma. Clara, y que no me preocupa confundirlos porque para eso van a tener el primer apellido diferente. Con qué cara le diría que mi gran sueño sigue siendo casarme –bien casada, y sobra decir cómo es eso- y ser recepcionista del Hotel Radisson (antes Pacífico Royal), y que por ende no me explico qué hago aún perdiendo mi tiempo estudiando!? Por favor, qué cara pondría si supiera que el chocolate blanco me sabe a ratón, que me sigo enamorando cada hora y media y que es trascendental el que me suela poner primero el arete izquierdo? En otras palabras, no estoy muy segura que le importe que antes hubiera querido ser una guitarra, y que ahora quiera ser un piano –por cierto, amo a Jose Gaviria, cómo lo pude haber olvidado?- Además, estoy convencida de que le resultaría irrelevante el que yo duerma hacia el lado izquierdo de la cama y que en el 2020 vaya a tener, por fin, el apellido Rouault. Y finalmente, completamente incorrecto que yo quisiera tener un novio periquero*
*cultivador de pájaros de raza perico.

Entonces qué toca hacer? Decir una sarta de barbaridades que finalmente describen a cualquier pendejo menos a uno: “soy una persona responsable y minuciosa, y sobre todo muy comprometida con lo que hago o con los retos que asumo. Siempre trato de dar todo de mi rigor en cada paso, etc.…”. Obvio! O querría escuchar que soy una inútil?

Veo siete materias (dos de Periodismo, Relaciones Públicas, dos que son basura, Sociología e Hipermedia) y como hace años, sólo tengo dos profesoras. Se acuerdan que el semestre pasado dije que de seis, tres eran mujeres y que no sabía qué\cómo iba a hacer? Pero quién no me ama, ah?

El caso es que este semestre no se va a salir de sus particularidades. Normal, jamás! Cómo es eso que uno entra a clase, el primer día, y ve a la nueva profesora (que equis, porque ni idea quién es) y lo primero que a uno le da por pensar es: “será que me presta la camisa?” Pero si es que hasta nombre de periodista tiene (por curiosidad general lo menciono: Margarita Londoño*), mínimo hasta famosa es! Pero la vaina es que hasta atrevida salió! Cómo se le ocurrió preguntarme que por qué PERIODISMO, cuando yo llegaba dispuesta a hablar sobre los polémicos decretos de la Emergencia Social????!!!!! (Por cultura general para los “extranjeros”, Colombia ha sido declarada en Estado de Emergencia Social, y la salud ha sido el tema más controvertido).
*Luego nos dijo que había sido candidata a la alcaldía de Cali, y que había estado con Ingrid Betancourt –mi suegra- en el Congreso de la República.

Expectante. Pero la verdad es que estoy expectante, en Sociología, por ejemplo, según el profesor vamos a aprender un léxico como de 200 palabras! Voy a poder hablar todavía más raro!!!!! Y las Relaciones Públicas van a ser el camino perfecto para meterme en\con la política sin dejar la comunicación, voy a ir reclutando armas para ser la mejor dictadora que este país jamás haya tenido! Y en entonces qué habría sido de mí si me hubiera ido a estudiar en lo que me aceptaron, Comunicación Empresarial, en Francia? What the hell I was thinking! O será que si eso hubiera pasado, la palabra “investigación” no me produciría tanto asco?

Y entre otras cosas, menos mías, quién es el que se está inventado que tomo tetero? O sea, odio llegar a clase y ver que el profesor con el que me he dado un par de besos me ignore! No sé si sea la razón por la que me den antojos de ver noticieros a la madrugada. Y luego preguntan que por qué existe la bulimia!

P.S.: Quién iba a creer que al computador lo prefería de espejo? Y que en vez de la repoRtería, me quedo con la repoStería? Qué fastidio las tetas, no sé en qué momento se me ocurrió ponerme silicona! Menos mal que uno no se acuerda de cuando –apenas nace- se le expanden los pulmones, pero no sé con qué mal criterio hicieron la conciencia que uno nunca se olvida de cosas peores!



F E L I Z D Í A D E L P E R I O D I S T A (en Colombia)