martes, 5 de febrero de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
“El 21 cuando termine la tarde va a estar muy oscuro…
…será un fenómeno
llamado Noche”*
Cada vez que se va
a acabar el mundo (yo hablé con los dinosaurios y lo corroboraron) o cada vez
que pronostican el desenlace anunciado por tantos, nos ponemos a coquetear con
la superstición y caemos en el existencialismo tras hacernos mil preguntas. Así
me pasó: empecé a buscarle respuestas a todos los enigmas que siempre obvié:
¿Adónde van a parar todos los cauchos y
las pinzas que a diario se nos pierden a las niñas?; ¿Sabrá Uribe todo lo que
públicamente se ha negado a creer? ¿De verdad tendrá el “rufián de esquina” un
“puñal debajo del poncho”?; ¿Es la democracia el opio del pueblo?; ¿Por qué si
la idea feminista es recalcar una diferencia, la mayoría de sus militantes
tienen el corte garçon?; En el caso del aborto,
¿cuándo la vida pasó a ser un asunto únicamente religioso?
¿Un aumento de $600 diarios al salario
mínimo es realmente miserable? ¿No hay otro superlativo?; ¿Cuándo Fritanga dijo
que seguiría siendo “nuestro” amigo forever sabría que
actualmente la palabra forever va
acompañad de alone?; ¿Era en serio que el
arhuaco raizal creía que de los trillizos que su mujer tuvo solamente la
‘morenita’ era la hija de él?; ¿Julian Assange las violó o, como dijo él, les
hizo el amor?; ¿El 2012 pasará a la historia o se acabará la Historia?
Como no pude con
tanta incertidumbre, fui a una tienda de curiosidades a comprar respuestas,
pero las señoritas que atendían no veían noticieros o comedias. Entonces, para
no perder la ida hasta tan lejos (porque en una capital todo queda lejos,
cualquiera que sea el motivo) pregunté por el amor, un sentimiento de cuento
tipo Colombia (que ya debería ser un género literario), y me vendieron unos
dados (uno de lugares y el otro de acciones).
Me metí a la ducha,
debajo de una mesa, en la cama, me senté en la alfombra, fui a la cocina y
hasta una oficina. No les puedo decir qué encontré porque saltarán los
académicos a condenarme por rehusarme a justificar mis postulados o, incluso, mis
acciones con grandes teóricos. ¿Acaso ellos fueron los únicos que sintieron?
¡Uno no puede improvisar, pues, y la universidad no me sirvió para nada y, al
parecer, los dados tampoco!
Hoy en día es
normal sentir que no sabemos nada o que lo que sabemos no nos sirve para nada y
resulta muy cierto que es de ignorantes creer que haciendo gárgaras con frases
del Che y de Fidel se hace una revolución, como me lo manifestó el escritor
chileno Roberto Ampuero. Pero, ¡ay, sí!, como ahora todos somos
revolucionarios, estamos convencidos de que las reglas son muy peligrosas; las
reglas no, seguirlas, más cuando es posible que falten solo horas para que se
acabe el mundo.
¿Cuántos estamos
viviendo sin límites porque el mundo llega hasta el 21? Según oí por ahí, 15 %
de la población mundial. ¿Nada? Quizás. Pero juro que para ciertas cosas es un
porcentaje importante: ¿se imaginan 1050 millones de viejas quitándole el novio
a la enemiga?
Y es que sin duda
esa es una de las características de la crisis de la Modernidad, pese a que hay
otras más dramáticas, como la resignificación de los valores tradicionales y,
por ende, la incapacidad asumida de ser buenos ciudadanos: el hombre ha vuelto
a ser un lobo para el hombre (y la mujer, una zorra para la mujer). Vivimos en
depresión: tanta gente y poca plata, poco espacio, pocas riquezas, pocas
oportunidades. Tenemos baja tolerancia a la frustración; entonces, no estamos
dispuestos a sacrificar nuestro bienestar por el de nadie, porque mucho nos ha
costado conseguirlo. No sabemos si lo que hacemos es lo que queremos hacer o lo
que haríamos porque qué tal que se acabe el mundo. ¿Será por eso que empezaron
el proceso de paz con las Farc?
Hablando de
procesos, de Farc y otros demonios, si no se acaba esta vuelta y seguimos
desempleados o aguantando hambre, el panorama luce alentador: podemos abrir
oficinas de cobro de excusas y de expendio de perdón, ir a Bogotá a recoger las
basuras (que hay muchas, y necesitan ayuda) o al campo a medir las tierras que
se pretenden repartir.
Y ya que el campo
está de moda, ¿el tamaño –de la tierra– importa? ¿Es el cooperativismo la única
forma viable para el trabajo agrícola? ¿La palabra hectárea viene del nombre
más parecido al vocablo y de la cantidad de ego que se puede llegar a cultivar
ahí?
*Frase extraída de
la cuenta @FrasesDeSarcasmos: “La NASA acaba de confirmar que el día 21 cuando
termine la tarde, el cielo va a estar muy oscuro. Un fenómeno llamado Noche”.
Publicado en Kien y Ke
Yo también quiero ponerle a mi hija Hashtag
En dos semanas pueden suceder muchas cosas. De repente,
tenemos menos mar, renunciamos a la Corte Internacional de Justicia, todos
estamos a la expectativa por si se arma la ‘chupamelculo’; por otro lado,
recibimos una notificación de un cese al fuego unilateral, que, en todo caso,
sí responderá ante ataques del Ejército; en Bogotá, un congresista vuelve a
decir bestialidades y en Cali decidieron poner alumbrado decembrino;
reeligieron al Procurador con 80 votos, una mayoría casi absoluta; y, para
terminar, yo también quiero ponerle a mi hija Hashtag.
Entonces, reiterando lo que alguna vez insinué, que este
país parecía un cuento y encima de todo mal escrito (pero que gracias a Dios
nací aquí y que aquí me quedaré), comparto un listado de lo que consideré mis
mejores tweets en estas dos semanas. Algo como
“Microlingotes” al estilo Semana.
29 de noviembre: @MaclaNavia: ¡Me emputa la gente que escribe en modo
telegrama! ¿Acaso a las letras les aplicaron la reforma tributaria?
29 de noviembre: @MaclaNavia: ¿Y es que los capos de antaño están de moda o qué?
29 de noviembre: @MaclaNavia: Mi papá dice que por qué Colombia no les da de una vez
trabajo a los guerrilleros: que vayan a Serrana y Roncador a defender la
patria.
28 de noviembre: @MaclaNavia: RT "@AntiAburrido: Di no a las drogas. Di no al
maltrato animal. Di no al acoso. Di no saurio".
27 de noviembre: @MaclaNavia: Una vez elegido el Procu (Procu reloaded), se volaron esas
ratas.
27 de noviembre: @MaclaNavia: La franja amarilla: riqueza. ¿Oro? ¿Riqueza desangrar la
patria con la minería ilegal, por ejemplo?
27 de noviembre: @MaclaNavia: ¡Ahora todo es culpa de Santos! ¿O sea que le puedo echar
la culpa de los zancudos que hay en mi casa?
26 de noviembre: @MaclaNavia: Sí es mucho el descaro de los pacientes de las EPS,
parquean en el andén y le dicen a uno que cuidado que la coge el carro. ¿Ah?
26 de noviembre: @MaclaNavia: El desarrollo se alcanza si empezamos el camino con la educación.
25 de noviembre: @MaclaNavia: ¿Será que el palo está para la cuchara de jugarse la vida
por alguien?
23 de noviembre: @MaclaNavia: #MilFormasDePedirlo: Soy correctora de estilo.
23 de noviembre: @MaclaNavia: ¿Maltrato contra la mujer sería, por ejemplo, que mi mamá
no me quiera dejar tener un perro?
23 de noviembre: @MaclaNavia: Quisiera firmar el Pacto Vallecaucano, pero amanecí de
malgenio. Grrrrrrr
22 de noviembre: @MaclaNavia: ¡#Bogotá no es #Colombia!
22 de noviembre: @MaclaNavia: Se le comunica a la opinión pública que el fin del mundo se
ha adelantado: ¡mi papá me está preguntando que quién me mordió las tetas!
22 de noviembre: @MaclaNavia: RT “Álvaro
Furibe @NPIfuribe: Si yo
fuera presidente de Colombia, estaría tomando tinto sobre un caballo de mar en
el área que nos quiere quitar La Haya”.
22 de noviembre: @MaclaNavia: Dios mío, ¿cómo has dejado llegar hasta un doctorado a una
persona que no sabe hacerse entender?
21 de noviembre: @MaclaNavia: Y me dijo: "Usted tiene pinta de ser buen polvo, no se
preocupe".
21 de noviembre: @MaclaNavia: "Los tatuajes deben ser como las calzonas: para que me
gusten deben poderse quitar". -María Clara-
21 de noviembre: @MaclaNavia: ¿Por qué alertan sobre las ubicaciones de las nuevas
cámaras? ¿Es que lo natural no es comportarse y respetar la norma?
21 de noviembre: @MaclaNavia: Uno se levanta, abre el Twitter y se da cuenta de que hay
más colombianos que se chiflaron.
19 de noviembre: @MaclaNavia: ¿Habrá nacido con vocación de minoría perpetua?
19 de noviembre: @MaclaNavia: Hago parte de lo peorcito que ha parido la tierra. ¡Que me
corten la cabeza! ¿Algún miembro de la Policía o del Ejército me ayuda?
18 de noviembre: @MaclaNavia: ¡No a la explotación laboral! Estudiamos para que nos
valoren. Nosotros también comemos, pagamos la EPS y el cel. ¿El que no viva con
sus papás qué?
18 de noviembre: @MaclaNavia: ¡Quisiera que Alf existiera! :'(
17 de noviembre: @MaclaNavia: ¡Terminar con un novio imaginario duele!
La Pava Navia
@MaclaNavia
*Publicado en Kien y Ke
¿Que EL PUEBLO compró el reinado?
jajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajaajajaja
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajajajajaj.
Esta
semana de manera asombrosa la noticia sobre la nueva soberana de Colombia que
publicó EL PUEBLO hizo parte de la
agenda nacional, sobre todo porque se divulgó una hora antes de que se acabara
el reinado y se conociera a la ganadora.
Pero,
querida opinión pública, lamento decirles que el periódico no ha comprado al pulpo Paul (primero que todo porque ya se
murió), tampoco hace parte de WikiLeaks seccional Valle, su editor no es
Nostradamus y en su nómina sigue teniendo periodistas, no videntes.
Por
lo tanto, seguidores, creo que será imposible responderles cosas como si va a
llover mañana, cómo va a quedar algún partido de fútbol, cuáles van a ser los
números del baloto o si el 21 de diciembre se acaba el mundo, y mucho menos si
“me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…”, qué va a pasar con Petro, qué
transporte usó Santiago Cruz para estar en Bogotá y en Cartagena casi al mismo
tiempo*, quién va a ganar La Voz Colombia,
si Laura Moreno y Jessy Quintero mataron a Colmenares, si ya está escrito el
obituario de Fidel Castro, en fin, porque aclaramos que somos un diario profundamente
local en el que queremos que pase únicamente
toda Cali cuando tenga que pasar.
Sin
embargo, desde el lunes no ha habido explicaciones ni excusas que valgan para que
la gente no piense que un pequeño y nuevo periódico de Cali compró el reinado.
Muchos siguen dudando que se trató de un error humano, que se apretó un botón
antes de tiempo, que… bueno, todo lo que se ha dicho y que quienes trabajan en
una web o tienen un blog pueden entenderlo fácilmente.
Pero
les tengo noticias: ¡no nos hubiera alcanzado ni para la chiva! Y si de comprar
primicias se tratara, seguramente hubiéramos negociado la inocencia de
Sigifredo, las medallas de los vallecaucanos en los Olímpicos y los resultados
en los Juegos Nacionales (cuya sede en varios de sus deportes fue Cali).
Claramente no habríamos pagado por la de un certamen de belleza, puesto que más
allá de viejas casi en pelota un reinado no tiene mucho para inspirarse en lo
más hondo de la ideología liberal, ni derechos y libertades que defender en la
búsqueda de una sociedad más igualitaria. Aunque, pensándolo bien, sobre esto
último tengo mis discrepancias: ¿no podemos hacer un paro para que todas las
mujeres estemos tan buenas como las reinas? ¿O eso no aplica para una sociedad
con menos brechas?
El caso es que haber hecho parte de una mafia, de un
carrusel, de un engaño es sencillamente imposible. Varios de los nueve que
trabajamos en EL PUEBLO lo hacemos ad honorem y el presupuesto semanal del
periódico no llega siquiera a lo que puede ser un pedacito de la tajada de
algún contrato. Aun así, quienes hacemos parte del periódico creemos en el periodismo
analítico y en el rigor que hay detrás de una chiva. Juzguen ustedes:
diariamente en nuestro portal podrán encontrar noticias de largo aliento en la portada.
Hay quienes incluso dicen que podríamos ser considerados como el BluRadio
caleño, la nueva alternativa de la información.
Ya
quedó claro una vez más que este es un país pintoresco que se enciende en
segundos y con igual rapidez se apaga. Seguramente cuando ustedes estén leyendo
esto ni sabrán de qué estoy hablando.
Antes
de, EL TIEMPO dio por muerto a Joe
Arroyo, La Silla Vacía mató a Cano y EL
PUEBLO coronó a Valle como Señorita Colombia. ¿Y por eso nos volvimos
famosos? Quizás, como nos lo sugirió un tweet, “el próximo año el Premio Simón Bolivar por Chiva
Noticiosa [sea] para @elpueblocali”.
*"@SantiCruz: Una cosa es 'En vivo' y otra 'En directo'.
Alguien puede cantar 'En vivo' y no salir 'En directo', o salir 'En directo'
sin cantar 'En vivo'".
La Pava Navia
@MaclaNavia
*Publicado en Kien y Ke
lunes, 5 de noviembre de 2012
martes, 30 de octubre de 2012
Furtivos fragmentos de un discurso desesperado XXII: "Ven porque sé que no te vas a quedar".
¡Solo ven! Ven para ver que todo puede pasar.
Ven y me alivias la caída y luego te vas.
Con ocho días de retraso
Desde la semana antepasada le estoy preguntando
a varia gente sobre qué podría haber escrito el pasado jueves, y pese a que se
tomaron el tiempo de exponerme múltiples ideas, que eran buenas, a mí no me
suscitaron ni un mal pensamiento. Y así se fueron ocho días de más.
Es cierto que estaba
buscando ideas, pero también lo es que siempre supe que como todo el mundo yo
también quería hablar de los diálogos de paz. Llevo semanas sin dormir
pensando en cómo se van a llevar a esos presuntos delincuentes a Oslo
(¿presuntos? Sobre ello, el contralor de Cali, Gilberto Zapata, me dijo que
quien no esté sentenciado no se le puede quitar el status de
presunto, pese a saber en este caso que todos son unos bandidos en pleno).
¿Quién les va a dar el pasaporte y la visa? Eso es lo de menos. La respuesta es
obvia. ¿Pero no le dará miedo al Estado colombiano que se le escapen, o al
noruego que se queden allá? Porque se trata de “los charlatanes”.
Los negociadores de las Farc son los mejores
retóricos que tiene esa guerrilla, según la revista Semana. Y entre
esos está Simón Trinidad, condenado a 60 años de prisión en Estados Unidos. ¿En
serio le van a dar permiso?
Y al respecto tenía tantos interrogantes, que
solo terminé haciéndome ese…. porque una niña, de máximo siete años,
rapeando la canción de Protagonistas de Nuestra Tele se robó toda mi
atención. Como suele hacerlo ese programa así no quiera. Por lo tanto, Memel,
¡la paz en Colombia es urgente hacerla! Por favor. No podemos permitir más que
nuestros niños vean ese tipo de entretenimiento porque, según los papás, no
tienen un país diferente.
Mientras meditaba sobre el tema, empecé a verme
la película La educación prohibida,un documental argentino,
excesivamente subversivo para mi gusto, y ahora sí fue cierto que no pude
volver a concentrarme en la paz, además porque yo quería pelear. Postulados
como los siguientes podrían conmocionar y transformar al mundo (o más que eso: le bouleverser), si
fuéramos menos dogmáticos –sin embargo, no es el caso sino de unos pocos–: “Yo
no creo que sea necesaria la escuela. Es conveniente sí, pero para la
sociedad”, “Todo lo que puedas aprender en el día a día pasa a un segundo plano
si no hace parte de tu opción”, “El aprendizaje profundo está asociado con el
interés, la dicha, el goce y el placer”, “No tiene que ver con que 2+2=4 sino
con la vocación, la misión de cada quien en la vida”… y unas cuantas más por la
misma línea.
Interesante, pero debatible. Según eso, ahora
resulta que la educación como la única vía de acceso al desarrollo no es tan
cierta, y que el amor y el arte son suficientes para ser un médico o un
zapatero con el mismo éxito. ¿Es cierto que si no, terminamos siendo robots con
objetivos? Creo que exageran. Exageran igual que las Farc al pedir a Trinidad
en la mesa de la paz.
La película me hizo pensar, entonces, que si
tuviera mucha plata me inventaba mi método de enseñanza y lo popularizaba y
mandaba a hacer un documental. ¿No dizque la plata todo lo puede? Pero no tengo
ya porque no trabajo, sino que hago obras de caridad (mentiras, trabajo ad honorem). En esa
medida, se me ocurrió, entonces, que una solución a mis problemas de hambre
podría ser ir a los casinos, ya que no me funcionó cuando intenté hacer
apuestas en los certámenes deportivos, porque soy tan mala que pasa que
confundo el Wimbledon con la Copa Postobón.
Pero en los casinos la cosa no fue muy
diferente. Al tercer día la situación se repetía en cada uno de los lugares:
las autoridades de la mayoría creían que yo solo iba a comer, porque para ser
sincera nunca entendí las jugadas de la famosa tragamonedas.
Por lo tanto, como millones de colombianos,
decidí que el miércoles pasado iba a comprar el Baloto y que cuando me lo
ganara, inmediatamente me iba a cortar el dedo que queda al lado del dedo gordo
del pie para que no sobresaliera tanto y no me quitara mucho protagonismo.
También dije que iba a comprar a Luis Carlos Vélez todo un miércoles. Desde el
consejo de redacción hasta un chocolate con masmelos después de 7/24, para que
ambiciosamente dijera que va a analizarme como una noticia: desde todos los
ángulos.
Igualmente, iba a obligar a la secretaria de
José Mujica (sí, el presi de Uruguay) a que me diera una cita con él para que
me explicara personalmente cómo funcionaría su maravillosa idea de estatalizar
la droga. Como lo supe por la revista Dinero, “el proyecto prevé la siembra de unas 150
hectáreas de marihuana, cuya producción sería distribuida entre los
consumidores uruguayos. El dinero recaudado financiaría programas de apoyo a
los consumidores. Incluso, Mujica abrió la puerta para que la empresa privada
se encargue de la distribución de la planta con supervisión del Ejecutivo”. Se
supone que el proyecto sería el camino para reducir riesgos y daños individuales
y sociales de los consumos de las distintas sustancias psicoactivas, así como
un mercado ilegal imposible de controlar.
Si me ganaba el Baloto y si Mujica me atendía,
le hubiera propuesto a Memel, nuestro presi, la estatalización de la droga. Según
la sabia revista, se estima que en Colombia cerca de 60 % del total del negocio
del narcotráfico está hoy en manos de las Farc. ¡Ese grupo ilegal recibe
utilidades anuales de aproximadamente USD$1500 millones! ¿No nos los podríamos
ganar nosotros?
Y finalmente, le hubiera mandado 1992 rosas de
Don Eloy a Rodri (para quienes ignoran quién es Rodri: el Alcalde de mi
ciudad), para amortiguar el comunicado que le transmitiré dentro de ocho días.
No obstante, me dio
pereza hacer la astronómica fila para comprarlo. Y seguramente para el sábado
también.
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