viernes, 5 de noviembre de 2010

El Plan


Era el plan desde el lunes de la semana anterior. En medio de las amargas e interminables lágrimas de desamor sobrevivía la ingenua esperanza; al fin y al cabo ella también se llamaba María –como la elegida–, así que por qué no?

Toda su vida había sido un drama, así que una prueba de embarazo no se merecía menos que cuando –por primera y única vez– se tomó la pastilla del día después. Le parecía mentira. Uno: estar pagando una prueba de embarazo; dos: hacerse una prueba de embarazo; tres: suponer que no estaba embarazada, y aún así estar así, estar ahí. Estar ahí como las noches que pasaron juntos besándose todas las pasiones, cuando no había prisa pero ellos no podían esperar; hasta que ella se enloqueció –literal–, y sólo lo hacía porque amaba verse los cachetes rojos.

No por caras son seguras, no por baratas se está embarazada. Le sugirieron que la prueba de sangre era la más confiable: $27.900 en el Laboratorio Ángel, una cita, media hora y las felicitaciones (para muchas, por no ser mamá). Pero a veces los laboratorios se equivocan. A veces. Y tampoco tenía tiempo para atravesarse la ciudad entre clases, y antes de ellas sería muy temprano, y después, muy tarde. Total, no quedaba sino el plan b: el de la prueba de orina, la famosa prueba que venden en cualquier lado; hasta en la tienda de la universidad.

Eran las nueve de la mañana. Salía de clase, y estaría desocupada hasta el medio día. Era el plan desde el lunes de la semana anterior. Qué se sentirá ir a comprar una prueba de embarazo, y más en la universidad? Muchas sentirán pena, es más: vergüenza, e incluso desilusión anticipada. Ella? Ella sentía una ingenua ilusión: sería como ir a comprar un bombón, toda una travesía que la hacía feliz.  

Pero a ver, no es fácil pedir una prueba de embarazo en una tienda universitaria en un break de “interclase”. Preguntó, primero, por lo que había y no había, por lo que costaba esto y lo otro; ya después de desesperar a la vendedora pidió que le pasaran la única caja que había: Pregnancy Test MV “100% confiable en un minuto”. $5.000, un minuto. Un minuto? Estaba a un minuto de ser eternamente feliz, o seguir siendo la miserable que el desamor había dejado. Un minuto.

…10 segundos, 20, 30… 45… 5, 4, 3, 2, 1… sólo una raya. Una tenue raya azul.

Pero si alguna vez hubieran tenido un bebé, habría sido realmente hermoso; tan hermoso como ella siempre lo soñó. 

*Escrito publicado sólo en el Blog
Dato curioso: 90% ficción, no, no es lo que le pasó a "una amiga de una amiga". Anque sí amaría saber que estoy embarazada... para poder ponerle a mi bebé Ma. Clara!

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