Así como cuando uno está aburrido a las tres de la mañana. Me puse a revisar, entonces, los cuadernos de Filosofía –del colegio- y me acordé que hasta hace poco quería tener dos carreras, y que con este cuento de la tesis y demás bobadas de especializaciones y eso, lo había dejado de lado. Ya vengo, voy a pedirle permiso a mis papás. “Si hay con qué, sí. Qué va a estudiar?”.
Y por qué les estoy hablando de eso? Ah, sí, porque también soñé con estudiar Filosofía… hacer algo como en Periodismo y Filosofía. Todo porque un día creí que mi sueño se hacía realidad: en una ponencia de Periodismo en el marco del Premio Simón Bolívar, en un currículum vi una maestría fusión, pero cuando la busqué, no existía. Creo que nunca existió. No sé lo que vi, entonces.
Y a medida que volteaba cada hoja del cuaderno y leía y releía nombres como Husserl, Hume, Feuerbach, Durkeim, Russell, Smith [SmiS], Hayek, Heidegger… recordaba cómo aprendimos a pronunciar COSA TAN COMPLICADA sin más criterio que el propio ego francés, quienes pronuncian como la cosa tenga que sonar: no es lo mismo maIami, que mIami. Hablábamos supremamente mal, seguramente, pero nos creíamos lo máximo (por lo menos los literarios. Los que no entienden, por favor googlear sobre la metodología de un Liceo Francés) porque hablábamos rarísimo, usábamos palabras tipo seme, hybris, topoï, catarsis, doxa, chronos, y obviamente amalgama de infierno dantesco.
Ya eran casi las cuatro y seguía aburrida. Ahora me miraba en el espejo, del baño, porque, REPITO, soy la única niña que NUNCA ha tenido un espejo en su cuarto. Embarazada o gorda? A poco todos nos hemos hecho esa pregunta viendo una barriga? Quién le haría el nudo a la corbata del Presidente? Estoy preocupada. Pero más me preocupa no poder dormir. Insisto, todo ha cambiado desde que empecé a peinarme, y el problema no es que lo haya hecho, sino que no lo hice por convicción. Ahora me sentía lo máximo porque robaba besos solamente con la mirada. Pinche tonta! Tonta, así como cuando decía que cada gajito de mandarina era una Pony Malta o que el Milo era un chicle!
Y me acordé de aquel guayabo, y me dije: “pero qué guayabo el de aquel día!!!” Tamaño? Carta. Uno dizque con guayabo y gritando debajo del sol que con Mockus y Fajardo habría un mejor país; ese sí es mucho amor a la “Legalidad”. Pues sí, con guayabo, trasnochada y despechada. Que si ese es mi estado natural? No! obvio no, sólo que no he podido salir de ahí desde que llegué de Disney, no he tenido tiempo de ir a la cantina. Efectos secundarios de llevar a cuestas una candidatura –a la más buscada-, ir perdiendo TODAS las encuestas y no retirarse. Cómo me dicen? Robinson Devia? Pero relajada, que así como piensa Noemí, que tal que este 30 de mayo seamos la sorpresa? Sí, con la ayuda de Luisa, Laurita, María, Pepito y de todos.
Eso era! Ya sé por qué no podía dormir. Estaba aburrida. Ya lo había dicho, verdad? Sí lo recuerdo, pero lo que no había dicho era la causa. Estoy indignada. Cómo es eso que los candidatos presidenciales no pueden -o mejor dicho sí pueden, sólo que no les interesa- basar su campaña única y exclusivamente en ellos y en sus propuestas sino que se tienen que enfocar (porque ni siquiera es por los laditos) en ver cómo destruyen a los demás candidatos???!!! Y la inmadura soy yo! Y lo peor es que el problema no es en Colombia, me imagino que es a nivel mundial, a gran y a menor escala. Cómo puede ser el ser humano tan pendejo??? Cómo pudieron decir que yo le pegué a una vieja en un baño? O sea, yo!!!!!
Lo tengo preparado, ya tengo las maletas….
P.S.:Y cómo no me van a tener ganas? Eso es imposible… es más, estoy segura de que se mueren por comprobar -ni siquiera por saber- si yo se (del vb taste, gouter) a como escribo.
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¿Y?