lunes, 14 de junio de 2010

Me muero por salir contigo

Hoy no tengo mucho de qué hablar… Mentiras que sí, no es normal que uno vaya por las calles y crea que es un vampiro e incluso sienta que su piel brilla con el sol. No es normal. Luego, me corrijo: sí tengo mucho de qué hablar, aunque del País no quiera decir nada; nada más que estoy asustada. Queda implícito, entonces, que en últimas tampoco voy a decir nada del precio de la gasolina, de los huecos en las calles de mi ciudad, y mucho menos de la farsa que todos llaman orgullosamente “democracia”, demoGracia.

Aunque no puedo continuar el texto sin decir, sobre esto último, que me resisto a creer que ideas maquiavélicas lo expliquen todo: que los partidos políticos pertenecen a grandes órdenes, que todo es cuestión de hilos invisibles, que lo que sucede -errores y aciertos, de unos y de otros- están programados… Iluminatti? Insisto, es muy fácil hacer cuentos en este país, no hay que inventar mucho, los "huevitos" y "Doña Rumbo" existen! Que de dónde saco eso? Pues no es algo loco, los que están en el medio político lo entenderán, y los demás, abran los ojos! Lo que sí me emputa es que sigan jugando con el capital humano y económico del país. Al carajo nuestros sueños, esperanzas y esfuerzos de creer que sí se puede luchar y llegar a trasformar algo, que de antemano está designado? No, no es una visión fatalista, sería darles más gusto a los “Iluminatti”… es sólo una visión, un tema de un cuento, si quieren!

Ya que de eso no voy a decir más, podría ponerme a hablar de la uni, pero el pensar que me queda solamente un semestre y que no sé si irme a México o a Bogotá, me pone melodramática, además porque no sé en dónde me quieran recibir, y si me quieran recibir. Por ahí tengo unas ganas embolatadas de hacer periodismo institucional en la verdadera Organización Nacional de Cafeteros, quién quita que conozca a Sebastián Vallejo y pueda comprar un Vitara dos puertas blanco, un reloj de cinco millones y hacerme la lipo?

También podría decirles algo del trabajo… pero sé que dirán: “cuál trabajo?” Jajajajaja pues bueno, seamos pretenciosos. Estamos trabajando con La Llave (www.programalallave.com), haciendo el resumen noticioso de la semana, y estamos haciendo un programa piloto de opinión para transmitir en el Canal 14 (regional) por medio de Web Noticias (www.webnoticias.tv). No, no es pago… o qué? No creen que si fuera pago estaría como en Ecuador ya? Sí, reflexionando seis meses!

Así que he decidido hacerles más fáciles sus vidas mientras que yo hablo bobadas. De esta lista, unos me conocen, otros creen conocerme. Muchos nunca me han visto personalmente, y unos pocos ni saben quién soy… por ende sé que las intrigas sobre el Vitara, la lipo, los seis meses en el Ecuador, y el que yo trabaje son bien grandes. Se los explicaría si para mí no fuera más importante hablar de cuando creí que era un vampiro, y por primera vez en mi vida me sentía orgullosa de ser pálida. Pero equis, no teniendo más de qué hablar: de por qué decidí adelgazar. No tiene nada que ver con los catálogos de Leonisa, ni con las pasarelas de Fashion TV. Todo empezó cuando mi jean preferido no me entraba, y cuando con esfuerzos sobrehumanos me lo lograba poner, y quedaba con una cola como de novia de traqueto. NO era tan sencillo comprar otro, porque JURO que no lo venden igual! Todo empezó allí, aunque creo que Mary Bones (o Maria Huesitos) ya me decían antes de eso… pero no porque fuera flaca, sino porque me encantaba dibujar pelvis y clavículas.

Pero el problema fue que pensé que si llegaba a los 44 kilos me iba a sentir bien en la calle, pero qué va! Sí, incluso con menos me sentí tan “gorda” como cuando pesaba 49. No es algo que se entienda fácilmente, un adicto a algo, puede hacer la analogía, nunca “uno” más será suficiente. El punto es que preferí estar flaca que estar buena -aunque buena sigo estando, como que hace parte hasta de mi condición humana!-. Preferí estar flaca para ponerme cuanta faldita, vestidito o shortsito quisiera sin que se viera vulgar. Pero even si el calor es a veces comparable, acá no se puede andar casi en pelota como en Orlando (Florida), sea gorda o flaca, bruta o inteligente. Los hombres son tan atrevidos e irrespetuosos que no sé ni siquiera si un hábito pueda ser un paliativo a la solución. Por eso pensé que si adelgazaba mucho, pasaría –más- desapercibida. Por ejemplo, un día iba por el andén de una avenida en Nassau (Bahamas) cuando trin! me enojé con los que iban adelante –conmigo- y me quité el vestido! No hubo ningún estrellón.

Sé qué es sentir deseo, así como estar buena, también hace parte de mi condición humana!!! Pero también sé en qué momento demostrarlo, y en qué momento respetar. Cosa que ignoran los hombres de la calle (no entro en categorías de pervertidos, pero el que se imaginen, ahí está) que hacen, con la mirada, una y otra y otra y otra vez, lo que quieren con uno. O sea, gas! Está bien equis el motivo, lo sé! Pero las mujeres lo entendemos.

Los aburrí? Pues ustedes también me aburren y yo no les “cuelgo”!!! Y ojo que ahora soy un vampiro!

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