jueves, 24 de agosto de 2017

Reflexiones en la Posmodernidad

Verónica Granados, Fundación Sonría

De los mismos creadores de Me enamoro esperando una devuelta y Me cogen la mano y creo que me van a pedir matrimonio, tras dos pruebas de embarazo negativas, llegó Pensé que iba a ser mamá.

♫Las manifestaciones artísticas contemporáneas nos invitan a un mundo muy singular: de desplazamientos vanguardistas, fragmentaciones fluctuantes y transgresión de distopías. Todo incluido y con la modalidad "all you can think".

♫La descolonización mental es una de las convenciones del discurso actual, que la comunidad posmoderna ha ido validando.

♫ Hasta escribir se concibe como un drama.

♫ La profunda diferencia entre lo cualitativo y lo cuantitativo en las humanidades y en una prueba de embarazo.

♫ En la adolescencia tardía, ser díscolo es una manía que se asume de manera natural. Por eso, los milénicos somos activistas de la “discología”.

♫ La publicidad es una enunciación ideológica del sujeto cuyo pretexto es el objeto; un lenguaje ideologizado en un debate polarizado.


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♫ Al ritmo de Despacito

jueves, 3 de agosto de 2017

Amaneció

20 de abril de 2017 

Curiosamente, como una canción que te gustaba, ese jueves “amaneció, y me encontré con que emprendiste un largo viaje; mi corazón se te escapó del equipaje y se quedó fue pa’ llenarme de recuerdos. [Me encontré con que] amaneció, y el gallo viejo que cantaba en la ventana […] no cantó pues tú no abriste la mañana, ¡y hasta el viento se devolvió porque no estabas!”.

A eso de las seis de la mañana, tú te ibas de este mundo terrenal, ma, mientras yo me dirigía hacia el lugar donde todos los días me mandabas con Dios y el Espíritu Santo: a dar clase. Frente a mis estudiantes, le eché la culpa de mi distracción a un par de días que llevaba sin dormir bien y a la cantidad de exámenes que no hacía mucho había terminado de corregir; pero parece que la verdad era que mi espíritu estaba muy lejos de ese tercer piso donde tenía clase todos los jueves: seguramente estaba contigo, acompañándote hasta las puertas del Edén, prometiéndote que todo estaría bien, para que así pudieras dejar tranquila ese cuerpo doloroso que tanto te hacía sufrir.

Aunque ese día no pensaba regresar a la casa después de clase, me pudieron más las ganas de dormir. Entonces, fue así como a las nueve de la mañana estaba abriendo la puerta, sintiendo el abrazo de mi tía, mientras en mis oídos hacía eco la voz de mi pa diciéndome que te habías ido. Aún estabas en tu cama, a menos de dos meses de cumplir 50 años de matrimonio, ya sin la cánula del oxígeno, pero con una cara de tranquilidad, que desde hacía mucho tiempo no tenías. Le agradecí a Dios por la perfección de sus planes, te agradecí a ti por la mujer que hiciste de mí y por la familia en la que me dejaste.

Y todo está bien, ma, pero sigue siendo muy pronto para no sentirme sola en un mundo en el que no le importo a nadie como te importaba a ti; sigue siendo muy pronto para ser consciente de que a mis 31 años me quedé sin mamá, que ya no serás la primera en saber cuando esté gestando una vida, que ya no te escucharé cuando me preguntes si estoy contentica o por qué estoy triste o queriéndome comprar una pelea. Y quizás nunca deje de ser muy pronto para reservarte exclusivamente a los recuerdos del corazón, para hablarte, escribirte y hacer una siesta en tu lado de la cama, para llorar a la madrugada y pedirte valor para seguir con una vida que no logro organizar del todo.