miércoles, 16 de diciembre de 2009

Y todos seguimos de rumba mientras Cali se derrumba

Según el Observatorio Social de la Alcaldía, las cifras de homicidios en lo que va corrido del año han aumentado considerablemente con respecto al año pasado: 1276 contra 1064; las comunas 14, 10 y 6 acumulan un total de 37 homicidios; la venganza o “ajuste de cuentas” es el motivo de violencia más recurrente (43 % hasta hoy); y los sábados y los domingos son los días de la semana en los que más homicidios se registran, sobre todo en horas de la noche.

Ahora, según Cali Cómo Vamos (programa que pretende evaluar desde la ciudadanía los cambios en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad de Cali a partir del cumplimiento del Plan de Desarrollo), ¿qué tan seguros nos podemos sentir con respecto al 2008? Entre enero y julio de 2009, los homicidios crecieron 23 % frente a 2008; en homicidios, el arma de fuego es la más recurrente (83 % de los casos) y de los 183 homicidios en accidentes de tránsito, 74 corresponden a motociclistas (40,4 %) y 63 a peatones (34,4 %); y en el primer semestre de 2009 se reportaron menos hurtos a personas y a bancos que en el 2008, pero repuntaron los hurtos a residencias, al comercio y el abigeato.

La Secretaría de Gobierno le manifestó que “con respecto a épocas anteriores no ha habido drásticas mejorías, al contrario nos sentimos más inseguros que antes” y tal vez a muchos de ustedes, lectores, les conste. Por ende, podría pensarse que para este diciembre, para esta feria, no se extienda el horario de rumba tal como se hizo hace un año. Sin embargo, las medidas se van dando según el comportamiento de la ciudadanía: podría ampliarse la ley zanahoria, reducirse, o implementar el toque de queda. ¿Y qué creen ustedes que podría pasar basándonos en lo que lleva corrido el año? Pero listo, no hay problema, nos vamos pa’ Juanchito, porque la rumba nadie nos la derrumba, ¿no es verdad?

En Juanchito, Menga y en fin… gobierna su propio Alcalde, y por tener, entonces, su propia jurisdicción, la considerada ‘tediosa’ medida de nuestra ley zanahoria no los cobija. Eso le correspondería implementarla al Gobernador, pero…

El caso es que el problema con Menga y Juanchito va más allá. Es un problema de desplazamiento: se desplaza la rumba, y con ella sus consecuencias y sus actores: la violencia, la economía informal nocturna e incluso la prostitución. Pero eso qué! Vámonos pa’llá que allá no nos entran temprano. 

Y el problema en Cali no es que la economía se afecte, que la gente se aburra o que las mamás estén más tranquilas porque sus hijos se entren más temprano… el problema es la apatía de nosotros de pensar y sentir nuestra ciudad. ¿Por qué, más bien, en lugar de irnos pa’ Juanchito o pa’ Menga a seguirla pasando bueno, no pensamos en qué hacer para que no tengamos que salir de nuestra ciudad a seguir la rumba? ¿Por qué no hacemos algo para que siga siendo la sucursal del cielo? ¿Acaso no dizque que Cali es Cali y lo demás es loma?