martes, 17 de septiembre de 2013

Apuntes generales sobre la corrección

    • Un corrector es un profesional de la lengua. Esto significa que debe dominar esta herramienta lo máximo posible para que los futuros lectores puedan leer y comprender el texto. Esto implica que el profesional debe actualizar sus conocimientos constantemente, puesto que la lengua está viva, evoluciona, abandonando términos y agregando otros nuevos en el uso cotidiano, que con el tiempo se asimilan en la norma.

    • Ahora bien, el corrector tiene que conocer los límites de su tarea. Su función es la de ser un filtro imperceptible. En efecto, debe conservar la voz del autor y, al mismo tiempo, aumentar su brillantez y claridad. Es muy difícil encontrar el equilibrio deseado entre imponer el gusto personal y mantener errores pensando que es cuestión de estilo. Precisamente, en esta diatriba es en donde reside el arte de la corrección.

    • Por un lado, tenemos una corrección más superficial que incluye solucionar los errores ortográficos, gramaticales, tipográficos y de puntuación. Por otro lado, una corrección mucho más profunda que, habitualmente, cubre los siguientes puntos:

    1. Errores gramaticales. Exige un conocimiento de la morfología.
    2. Errores de léxico. Es imprescindible saber qué significan las palabras y cómo se emplean.
    3. Errores de corrección. Cuál es el lenguaje apropiado dependiendo de la persona a la que nos dirijamos, acerca de qué hablemos y de qué forma lo hagamos.
    4. Errores de disquisición. Conocimiento de los diferentes tipos de texto y sus convenciones usuales. Errores de estilo. Debemos saber cuáles son las estructuras y las disposiciones de un texto.

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    • La corrección: «la tarea de adecuar un texto a las normas gramaticales de la lengua en que se ha producido y a la situación comunicativa que le corresponde».

    1. Adecuación lingüística: La revisión de textos conocida como corrección gramatical tiene como objetivo adecuar un texto a las normas gramaticales.
    2. Adecuación a la situación comunicativa: La revisión de textos conocida como corrección de estilo tiene la finalidad de adecuar un texto a la situación comunicativa de la cual forme parte.

    • Textos de intencionalidad objetiva:

    1. El énfasis se pone en el mensaje, en la información que se transmite, que tiene que llegar de la manera más eficaz y clara posible. 
    2. Por su temática, son textos objetivos los científicos, los técnicos, los comerciales, los administrativos, los comerciales, etc. Por el formato, los manuales, los informes, los actos, los reportajes, las noticias, las instrucciones, etc. 
    3. En los textos objetivos, la corrección debe consistir en la aplicación de las normas gramaticales y, también, de las de estilo.

    • Textos de intencionalidad subjetiva: 

    1. El énfasis se pone en el emisor, en la transmisión de su pensamiento.  
    2. Son textos objetivos los literarios, los artículos de opinión y las autobiografías.
    3. Los textos subjetivos deben respetar el estilo de su autor. En este sentido, es útil mantenerse en contacto con él para sugerirle cambios de estilo.

    • Un texto que reproduce la lengua coloquial puede contener formas no normativas que sean necesarias para conseguir verosimilitud. Por lo tanto, en este contexto estas formas no deben corregirse.

    Extraído de Teórico I
    Curso Formación de correctores
    www.escritores.org

    viernes, 6 de septiembre de 2013

    El corrector de estilo dicen que no es necesario



    He aquí unos extractos del Cuaderno de Estilo, de Úrsula Velezmoro, que siempre están en la carta de renuncia que tengo escrita desde hace siglos; sí, la misma que creo que nunca entregaré. Se los recomiendo. Léanlos, para que quienes trabajan en redacciones valoren cada pieza del engranaje. 

    *****


    El corrector de estilo en las redacciones podría ser una especie en extinción, si tomamos en cuenta la situación de los medios hoy. De hecho, no son pocas las redacciones donde matan unidades de investigación y, de paso, al corrector de estilo. Dicen que no son necesarios, que cada reportero-redactor-editor debe ser responsable de la nota y que una coma más o menos no es grave, como tampoco un error en la portada o un titular con una H (o sin ella) que grita el descuido.

    Quienes hemos respirado en las redacciones sabemos bien que un diario y los medios online necesitan de los ojos –un poquito más descansados y expertos– de un corrector de estilo en busca de una edición pulcra y sin fallas que, al día siguiente, colgará de los kioscos o de la red.

    […] No somos perfectos. LOS PERIODISTAS NO LO SOMOS, y hay que admitirlo para escuchar a nuestros lectores-usuarios-audiencia, y para admitir que, a veces, se nos van las comas por entusiasmo, negligencia o falta de formación. Esa es la pura verdad. Los perfectos no son del mundo de las redacciones. No existen. Yo no los conozco. Y llevo veinte años en este territorio que amo.

    La relación de los periodistas con los correctores de estilo no siempre es la mejor. Justamente porque a los periodistas –dicen– no nos gusta que nos corrijan. Con el tiempo, con la práctica y con los errores perpetrados, me atrevo a aconsejar que esta debe ser una relación de amor y no de indiferencia, porque de los correctores de estilo aprendemos siempre, día a día, noche a noche. Y, muchas veces, no nos damos cuenta hasta que hacemos un stop y pensamos tres veces dónde diablos va la coma.

    Esther Vargas
    Directora de Clases de Periodismo

    Nuestro trabajo es silencioso y de mucha concentración, implica estar enterado de los  hechos políticos e incluso del más anecdótico suceso de la farándula. Solo se nos echa de menos cuando se dan cuenta de que la publicación no contó con uno de nosotros… Somos los correctores: odiados por algunos, valorados por otros.

    Queremos salir del anonimato para informarles que nuestra labor consiste en enriquecer sus notas, dejarlas aún más atractivas a la vista y eliminar algún error que se haya pasado. No estamos para rehacerlas, ni para alterar el contenido, ni mucho menos para criticarlos, queridos amigos periodistas.

    Estamos para evitar erratas y algunos errores, que se escapan al ojo del autor debido al apuro, a confiar en el corrector ortográfico de Word, a la larga exposición al texto, a no tener suficiente iluminación, a leerlo solo en computadora o pocas veces.

    ¿Qué se necesita para ser corrector? ¿Dónde se estudia para ser corrector? Estudié Humanidades, ¿ya soy un corrector? Un corrector debe saber de Gramática, Ortografía y Ortotipografía; pero sobre todo debe amar este trabajo, valorar su lengua y reconocer su variedad dialectal.

    Úrsula Velezmoro
     Correctora y Lingüista


    ¡Y, orgullosamente, soy correctora!

    viernes, 23 de agosto de 2013

    La ridícula idea de no volver a verte

    Libro: La ridícula idea de no volver a verte
    Autor: Rosa Montero (España)


    "Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, y que se incluye al final de este libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante que se enfrentó a su época le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridícula idea de no volver a verte nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino".  

    "Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, entre el análisis de nuestra época y la evocación íntima. Son páginas que hablan de la superación del dolor, de las relaciones entre hombres y mujeres, del esplendor del sexo, de la buena muerte y de la bella vida, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza salvadora de la literatura y de la sabiduría de quienes aprenden a disfrutar de la existencia con plenitud y con ligereza". 


    EL ARTE DE FINGIR DOLOR
    • "Solo en los nacimientos y en las muertes se sale uno del tiempo; la Tierra detiene su rotación y las trivialidades en las que malgastamos las horas caen sobre el suelo como polvo de purpurina. Cuando un niño nace o una persona muere, el presente se parte por la mitad y te deja atisbar por un instante la grieta de lo verdadero: monumental, ardiente e impasible".
    • "Se acabó la necesidad, el temblor y el embeleso. [...] Sentía una atonía, una distancia con la realidad, una grisura que lo apagaba todo, como si no fuera capaz de emocionarme con lo que vivía si no lo elaboraba mentalmente por medio de palabras".
    LA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTE
    • "El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la #Palabra". 
    • "Siempre, nunca, palabras absolutas que no podemos comprender siendo como somos: pequeñas criaturas atrapadas en nuestro pequeño tiempo. [...] ¿Y qué demonios es siempre? Es un concepto unhumano. Quiero decir que está fuera de nuestra posibilidad de entendimiento. Pero cómo, ¿no voy a verlo más? ¿Ni hoy, ni mañana, ni pasado, ni dentro de un año? Es una realidad inconcebible que la mente rechaza: no verlo nunca más es un mal chiste, una idea ridícula".
    • "A mí me sucedió que tomé mi duelo como una enfermedad de la que había que curarse cuanto antes. Creo que es un error bastante común, porque en nuestra sociedad la muerte es vista como una anomalía y el duelo, como una patología".
    • "Confieso que, durante muchos años, consideré que era una indecencia hacer un uso artístico del propio dolor".
    • "Todos necesitamos la belleza para que la vida nos sea soportable".
    UNA JOVEN ESTUDIANTE MUY SABIA
    • A Manya Sklodowska "algo le faltaba, en cualquier caso, para tratarse tan mal".
    • "Sé otro tipo de mujer. Sé una #Mutante. Esa hembra sin lugar, o en busca de otro #Lugar". 
    PÁJAROS CON LAS PECHUGAS PALPITANTES
    • "Ese era el destino más probable que le aguardaba a Manya: un trozo de cielo demasiado pequeño y un corazón casi roto después de haberse estrellado una y otra vez contra los límites".
    • "Hasta hace apenas un par de décadas, el mayor problema de la mujer occidental consistía en no saber vivir para su propio deseo: siempre vivía para el deseo de los demás, de los padres, de los novios, de los maridos, de los hijos, como si sus aspiraciones personales fueran secundarias, improcedentes y defectuosas".
    • Musas profesionales: "esas féminas que solo se emparejan con hombres de éxito".
    • A través de los siglos las mujeres han escogido tres #lugares para regir su vida por ellas mismas: "Tres ocupaciones tradicionales: monja, puta o viuda".
    • "No es justo, no es racional, no casa con mis principios ni con mis ideas, pero me gustan guapos".
    • "Cuando nosotras creemos enamorarnos de alguien, enseguida enumeramos, como origen de nuestro entusiasmo, un espejismo de virtudes sin fin que le suponemos a esa persona (eslistoesbuenoesencantador), cuando lo que nos ha obnubilado y lo único que de verdad sabemos sobre él [...] es que tiene unos ojos de un color admirable, unos dientes muy blancos entre labios de fruta, hombros poderosos y un cuello apetecible de morder. Porque las mujeres estamos presas de nuestro pernicioso romanticismo, de una idealización desaforada que nos hace buscar en el amado el súmmum de todas las maravillas".
    • "Los hombres, en cambiom creo que suelen ser más sanos en este punto y que son capaces de querernos por lo que de verdad somos. No nos inventan tanto, probablemente porque no tienen tanta necesidad [...] o quizá no tengan tanta imaginación".
    • "Pero las ranas son las ranas, pobrecitas; no solo nadie puede cambiar a nadie, sino que es profundamente injusto exigirle a un batracio que se convierta en otra cosa".
    • "En cambio, yo creo que nosotras les parecemos a ellos desde el principio unas ranitas preciosas. En eso son menos exigentes, más generosos. Envidio la naturalidad con la que nos ven y nos desean".
    • "El desamor es tópico, ridículo, monumentalmente exagerado. Pero duele, ¡cómo duele! Parece mentira que el fin de un espejismo amoroso que tal vez solo ha durado unas semanas pueda sumirte en semejante infierno. Ya se sabe que sufrir de mal de amores es como marearse en un barco: a la gente tu estado le parece divertido, pero tú te sientes morir".
    • "Sí, las penas de amor abren insospechados abismos, espasmos de agonía que creo que en realidad se refieren a otra cosa, que van más allá de la historia amorosa concreta, que conectan con algo muy básico de nuestra construcción emocional. Con la piedra maestra en la que se asienta el edificio que somos. El desamor derrumba y derrota".
    EL FUEGO DOMÉSTICO DEL SUDOR Y LA FIEBRE
    • La infancia es un lugar al que no se puede regresar [...], pero del que en realidad nunca se sale".
    • "Estas nimiedades, y muchísimas más, son exactamente lo que soy".
    • "Los padres son capaces de morir por sus niños: es un mandato genético, un  recurso de supervivencia de la especie, pero también es un movimiento del corazón que te hace más completo, más humano. Quienes no tenemos hijos no llegamos nunca a crecer hasta ahí. Yo no moriría por nadie. Es una pena".
    • "¿Acaso pueden ser generadoras de algún pequeño consuelo estas malditas muertes, después de todo?
    ELOGIO DE LOS RAROS
    • "Con el tiempo he descubierto que la normalidad no existe; que no viene de la palabra normal, como sinónimo de lo más común, lo más abundante, lo más habitual, sino de norma, de regulación y de mandato. La normalidad es un marco convencional que homogeneiza a los humanos, como ovejas encerradas en un aprisco; pero, si miras desde lo suficientemente cerca, todos somos diferentes. ¿Quién no se ha sentido monstruo alguna vez?".
    • Carta de Pierre a Marie: "Sería muy hermoso, aunque no me atrevo a creerlo, pasar la vida uno junto al otro, hipnotizados por nuestros sueños".
    • "El credo del desinterés, que consistía en plantearse altos objetivos y trabajar para lograrlos sin prestar atención a las distracciones mundanas".
    RADIACTIVIDAD Y MERMELADAS
    • "Siempre me han maravillado esas armonías, esas extraordinarias #Coincidencias del destino que de cuando en cuando la vida nos otorga cuando se pone magnánima, y que hacen que, en la enormidad del mundo, se junten con provecho dos seres de difícil adaptabilidad".
    LA BRUJA DEL CALDERO
    • Manya Sklodowska fue una persona perseguida por la leyenda. El mito que hoy existe en torno a su memoria, siendo enorme, es probablemente menos exagerado que el que tuvo de soportar mientras vivía. Además, su fama pasó por todo tipo de avatares: primero fue considerada una santa, luego una mártir y después una puta, y todo ello de una manera ardiente y clamorosa".
    • "La observación más importante de Marie fue llegar a la conclusión de que la radiactividad era una propiedad atómica de la materia".
    • "Como lo dijo el astuto científico Frederick Soddy: 'El mayor descubrimiento de Pierre Curie fue Marie Sklodowska. El mayor descubrimiento de ella fue... la radiactividad".
    APLASTANDO CARBONES CON LAS MANOS
    • "¿Tan difícil es de entender que, cuando se te ha ido alguien querido, lo que no te cabe en la cabeza es su imposible ausencia? [...] El cerebro es así. Teje la realidad, construye el mundo".
    • "Para vivir tenemos que narrarnos; somos un producto de nuestra imaginación. Nuestra memoria en la realidad es un invento, un cuento que vamos reecribiendo cada día [...]; lo que quiere decir que nuestra identidad también es ficcional, puesto que se basa en la memoria. Y sin esa imaginación que completa y reconstruye nuestro pasado y que le otorga al caos de la vida una apariencia de sentido, la existencia sería enloquecedora e insoportable".
    • "La creatividad es justamente esto: un intento alquímico de transmutar el sufrimiento en belleza. El arte, en general, y la literatura, en particular, son armas poderosas contra el Mal y el Dolor".
    UNA CUESTIÓN DE DEDITOS
    • "Dry cuenta que en el Excelsior publicaron un estudio fisionómico y grafológico de Curie, al estilo de las fichas de los criminales, y concluían que Marie era 'alguien peligroso, un espécimen de voluntad perversa e inapropiada ambición que podría resultar nocivo para la Academia'. Por supuesto: ya se sabe que la #Ambición siempre es sospechosa en una mujer".
    • "...la manera en que ambos trataban la feminidad de Marie: como si no existiera. Las náuseas se ignoraban, la barriga se desdeñaba, su condición de mujer era algo en lo que no se pensaba jamás. Un activo silencio en la conciencia. Pero por debajo de toda esa negación, rugía la #Culpa, la conocida y tradicional #CulpaDeLaMujer".
    • "Sí, es difícil, muy difícil ser mujer, porque en realidad no sabes en qué consiste ni quieres asumir lo que la tradición exige. Mejor no ser nada para poder serlo todo".
    • "Y Ève añade las supuestas razones que su madre aducía para no querer tenerla: 'La existencia es demasiado dura, demasiado árida. No deberíamos infligírsela a seres inocentes...'".
    • "Ah, las #Coincidencias. Son raras, son imposibles, son inquietantes y abundan, sobre todo, en la literatura. No quiero decir dentro de las novelas, sino en las proximidades de la escritura. O en la relación entre la escritura y la vida real".
    UNA SONRISA FEROZMENTE ALENTADORA
    • "Y definió el patrón internacional del radio, algo esencial tanto para la industria como pata las aplicaciones médicas".
    • A Pierre. Diario de Marie Curie: "Por momentos, me parece que mi dolor se debilita y se adormece, pero enseguida renace tenaz y poderoso".
    • "Langevin sería un cerebro para la física y las matemáticas, pero se diría que era bastante idiota para la vida real".
    • "Ya se sabe que la pasión es la pasión y que siempre ha sido el origen de las mayores y más impensables locuras hasta en las personas más templadas".
    UNAS VIEJAS ALAS QUE SE DESHACEN
    • "'Morir es parte de la vida, no de la muerte: hay que vivir la muerte', dice con deslumbrante sencillez la doctora Iona Heath. Los humanos no sabemos qué hacer con la muerte. Grande impensable inmanejable cruel horrible. Así que, como no sabemos qué hacer, hemos fabricado túmulos, dólmenes, necrópolis megalíticas, mastabas, pirámides, sarcófagos, panteones, tumbas colectivas, tumbas individuales, sepulcros, monumentos, lápidas, criptas, nichos, osarios, solemnes cementerios. El tiempo, el dinero, el esfuerzo y espacio invertidos en construir para los muertos hubieran podido mejorar bastante la vida de los vivos. Aunque, si se piensa bien, ¿qué más da? Esos vivos no eran más que proyectos de cadáveres".
    LA ÚLTIMA VEZ QUE UNO SUBE A UNA MONTAÑA
    • "Las biografías: son cartas de navegación de la existencia, que nos avisan de los escollos y de los bajíos que nos esperan". 
    EL CANTO DE UNA NIÑA
    • "Y en el momento agudo de la pasión eres inmortal".
    • "Breve es nuestro día y la  noche es inmensa. A veces me pregunto en qué pensará uno antes de morir; qué recuerdos escogerá como resumen para narrarse".
    • "Debe de costar sonreír cuando siempre te encuentras cansada".
    • "Quién pudiera perder peso como ella y volar. Flotar ingrávida en el tiempo, que es una manera de rozar la eternidad".
    • "Todos los humanos somos novelistas y, por consiguient, yo soy redundante porque además me dedico a escribir. Hago novelas cuyas peripecias no tienen nada que ver conmigo, pero que representan fielmente mis fantasmas".
    • "Como dice Iona Heath: 'Hallar sentido en el relato de una vida es un acto de creación'".
    DIARIO DE MARIE CURIE 
    • 1 de mayo de 1906: "Ese es el retrato que debía acompañarte en tu tumba, porque era el retrato de aquella a la que tú habías escogido como compañera, aquella que tuvo la suerte de gustarte tanto que no dudaste en ofrecerle compartir tu vida, a pesar de que no la habías visto más que unas cuantas veces. Y a menudo me decías que había sido la única vez en tu vida que  actuaste sin dudarlo, puesto que tenías la absoluta convicción de hacer lo correcto. Pierre mío, creo que no te equivocaste [...], estábamos hechos para vivir juntos".
    • 7 de mayo de 1906: "Pierre mío, la vida es atroz sin ti, es una angustia sin nombre, un desamparo sin fondo, una desolación sin límites".
    • 10 de junio de 1906: "Tú eras la encarnación del encanto y de la nobleza y de los dones más divinos. Nunca antes de conocerte había visto un hombre igual a ti y jamás he visto después un ser tan perfecto. Si no te hubiera conocido, no habría sabido jamás que algo así pudiera existir en realidad".
    • Abril de 1907: "Hace un año. [...] ¿Cuán dulce sería dormir y no despertar más? [...] ¡Qué cansada me siento! ¿Tendré todavía el coraje de escribir?".

    ¡Cuánto drama! ¡Cuánto dolor! Y a pesar de todo, ¡cuánto equilibrio, cuánta devoción, cuánto amor! ¡Qué mujer!, y en esa época. 

    Creo que este libro me lo leí en el momento equivocado de mi vida, en el momento en el que repetía mil veces que "no verlo nunca más [era] un mal chiste, una idea ridícula"... a la que, sin duda, me tendré que acostumbrar. Bueno, Marie tampoco sabía que se iba a quedar sin Pierre en un lluvioso día de 1906. 

    "... aquella a quien tú amaste realmente valía algo": Marie Curie

    Furtivos fragmentos de un discurso desesperado XXIV: "Alguna vez fue un sol".


    jueves, 20 de junio de 2013

    Mi palabra preferida, la acción perfecta


    Es cierto que a mis veintisiete años no se me hace muy difícil quitarme la ropa, contrario a la pena tan horrible que sentía cuando me llevaban donde el pediatra, ¡y eso que tenía apenas tres años!


    Por ejemplo, estando en el colegio, una vez encerré a mis dos mejores amigos (un niño y una niña) en un cuarto y me les desvestí. ¡Se escandalizaron! Hoy en día no sé cómo hice eso, pero lo recordamos con muchísima gracia. 

    Varios años después -estaba en la uni y en mi biografía ya decía "me emborracho y me quito la blusa"- ocurrió algo parecido: mientras bailaba, en una fiesta de casa, me quité la camisa. Mis amigas corrieron conmigo hacia un cuarto no precisamente para vestirme sino para convencerme de que lo hiciera y, sobre todo, de que no lo repitiera. Ellas jamás superarán ese momento, lo sé. Hasta un dibujo a propósito me hicieron.

    Luego, internacionalicé mis desvestidas. La siguiente fue en una avenida de Nassau. Íbamos caminando hacia una playa. Éramos un grupo grande dividido en dos. Como los de adelante no querían escucharnos a los de atrás, y mucho menos esperarnos, yo creo que junto con una corriente de viento me llegó el desespero, y al grito que metí lo acompañó el vestido que me quité.

    Entonces, es claro que me gusta desvestirme, que me gusta que me vean, que quizás posaría desnuda para la portada de alguna revista famosa o, incluso, que no sea famosa.

    También me gusta que me desvistan, prenda a prenda -como ninguno lo ha hecho-, con la curiosidad que provoca una primera vez; y que me disfruten de a pocos -como hasta ahora solo uno lo ha hecho-. ¡Y que después me vistan!

    jueves, 13 de junio de 2013

    “No llore, estúpida”, que así es Colombia

    En la era de la obsolescencia planificada hasta la seguridad está in; o sea, es inseguridad. Así Kiko Lloreda, consejero presidencial para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, haya dicho en entrevista para EL PUEBLO que “Cali es una ciudad bastante más segura de lo que la gente cree; que le “preocupa que se diga que es la ciudad más insegura del país porque eso no es cierto”; y que “la ciudad cuenta con un plan de seguridad y convivencia que está bien estructurado y no dudo del compromiso de la Alcaldía para contrarrestar la inseguridad en la ciudad”, la verdad es que estamos llevados, y no solo Cali, ¡el país entero! El hurto, el robo, el raponeo, ya es un oficio –¿será por eso que el desempleo está bajando? ¿El desempleo de verdad está bajando?– y el miedo, una constante.
    Pero bien merecido tenemos todo lo que nos pasa (a quienes nos pasa) por no hacerle caso a la autoridad. Si por ejemplo nos quedáramos en la casa –sí, si no saliéramos de ahí nunca nunca–, por Dios que no nos pasaría nada: no nos robarían el celular ni la cartera y, seguro, tampoco nos quitarían la vida. Pero somos traviesos y desobedientes; nos gusta llevar la contraria. Si no, pregúntenle a mi papá o, si no son muy amigos de él, a Uribe.
    Fue así como un día en Bogotá, invadida por ese espíritu colombiano de rebeldía, salí de la casa a la oficina y…
    Terminé llorando en la estación de la avenida Jiménez. ¿Qué putas hacía allá, si estaba en la 63 y solo tenía que ir hasta la 39? La respuesta es sencilla: NADA. ¿Entonces? Sí, yo hasta ahora me lo sigo preguntando.
    Muy temprano en la mañana –haciendo caso omiso a las advertencias de la autoridad mayor de la ciudad– salí de la casa, caminé tres cuadras, llegué a la avenida Caracas a coger el complicado TransMilenio en la estación de la 63 (sí, allí no más de la oficina, que queda en la 36). Luego entré a la estación y me quedé como cinco minutos viendo el mapita, que lo entenderá la puta madre de los usuarios del sistema de transporte masivo de esa ciudad, porque al parecer yo soy muy bruta. Entonces, y teniendo en cuenta lo anterior, me tocó preguntarle a alguien qué ruta me llevaba a la 39. ¡Pero qué particularidad!: aquí nadie sabe nada. ¡No sé cómo se transportan!
    Me fui para el vagón donde supuse que podría pasar la ruta que creía que me iba a llevar a mi destino, y en ese momento llegó un articulado con la misma letra del que supuestamente estaba esperando. Como no entiendo el sistema, le pregunté a un gran-doble-hijueputa señor que se iba a montar en el que había llegado si ese TransMilenio me llevaba a la estación de la 39. Y el caso es que el muy hijueputa dijo que creía que sí. Peor yo que pese a un “creo”, le creí. Así terminé en la avenida Jiménez. Siento mucho desilusionar a quienes creyeron que esta historia tenía algo que ver con Juan Roa Sierra (que también está in): yo no estaba allí reconstruyendo los hechos previos a la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.
    Pues resulta que para evitarme otra vez los “cinco minutos” del mapita le pregunté de una a un poli dónde cogía la ruta para ir a la oficina y me fui para el vagón que me indicó. Había gente a mí alrededor, la suficiente como para haber atajado al hijueputa ladrón. Las puertas se abrieron, yo tenía el teléfono en la mano porque le iba a escribir a mi jefe para decirle que ya llegaba, que me había “perdido”, cuando llegó el hijueputa gañán, rata asquerosa, y me lo arrebató de las manos y saltó hacia la calle. Infortunadamente no venía ningún articulado. (Lo confieso, hice fuerza para no dejármelo quitar y todo;  creo que puedo engrosar las estadísticas de los que pueden hacerse matar por no dejarse robar).
    El gamín ese (que, por cierto, no era para nada gamín) pisaba la calle y yo le gritaba con todas las fuerzas de mi ira: “Malparido” (quienes me conozcan, seguro me escucharán al leer esto). Y acto seguido empecé a preguntar como maniática ­–y desesperada– que dónde putas estaba la hijueputa Policía. Pero parece que yo estaba en el vagón de los ciegos y sordos porque la gente no hizo un culo. Y eso es lo que me tiene con rabia: nadie dijo nada, nadie “vio” nada, nadie intentó calmarme. Nada. ¿Que qué quería que me dijera la gente? No sé. Así fuera un “no llore, estúpida”, pero algo.
    Por lo tanto, desarticular las redes delincuenciales es lo de menos (¡claro que no es lo de menos, pero siento que ahora hay algo más importante!). No me preocupa que nos roben o nos maten, ahora lo que más me preocupa es la puta pasividad a la que hemos llegado: ya poco nos importa que nos sigan deformando la sociedad, la ciudad, el país, al antojo de unos cuantos.
    La Pava Navia
    @LaPavaNavia
    ***Le agradezco a Kien&Ke si deja todas las groserías que escribí, fiel representación del momento que viví. Para quienes piensen que no debió haber sido lo correcto: ¿si todas las telenovelas dicen groserías, incluso en horario familiar, por qué una revista no podrá hacerlo? Y si siguen insistiendo en que no: ¡Doblemoralistas!

    viernes, 18 de enero de 2013

    “El 21 cuando termine la tarde va a estar muy oscuro…



     
    …será un fenómeno llamado Noche”*

    Cada vez que se va a acabar el mundo (yo hablé con los dinosaurios y lo corroboraron) o cada vez que pronostican el desenlace anunciado por tantos, nos ponemos a coquetear con la superstición y caemos en el existencialismo tras hacernos mil preguntas. Así me pasó: empecé a buscarle respuestas a todos los enigmas que siempre obvié:
    ¿Adónde van a parar todos los cauchos y las pinzas que a diario se nos pierden a las niñas?; ¿Sabrá Uribe todo lo que públicamente se ha negado a creer? ¿De verdad tendrá el “rufián de esquina” un “puñal debajo del poncho”?; ¿Es la democracia el opio del pueblo?; ¿Por qué si la idea feminista es recalcar una diferencia, la mayoría de sus militantes tienen el corte garçon?; En el caso del aborto, ¿cuándo la vida pasó a ser un asunto únicamente religioso?

    ¿Un aumento de $600 diarios al salario mínimo es realmente miserable? ¿No hay otro superlativo?; ¿Cuándo Fritanga dijo que seguiría siendo “nuestro” amigo forever sabría que actualmente la palabra forever va acompañad de alone?; ¿Era en serio que el arhuaco raizal creía que de los trillizos que su mujer tuvo solamente la ‘morenita’ era la hija de él?; ¿Julian Assange las violó o, como dijo él, les hizo el amor?; ¿El 2012 pasará a la historia o se acabará la Historia?

    Como no pude con tanta incertidumbre, fui a una tienda de curiosidades a comprar respuestas, pero las señoritas que atendían no veían noticieros o comedias. Entonces, para no perder la ida hasta tan lejos (porque en una capital todo queda lejos, cualquiera que sea el motivo) pregunté por el amor, un sentimiento de cuento tipo Colombia (que ya debería ser un género literario), y me vendieron unos dados (uno de lugares y el otro de acciones).
    Me metí a la ducha, debajo de una mesa, en la cama, me senté en la alfombra, fui a la cocina y hasta una oficina. No les puedo decir qué encontré porque saltarán los académicos a condenarme por rehusarme a justificar mis postulados o, incluso, mis acciones con grandes teóricos. ¿Acaso ellos fueron los únicos que sintieron? ¡Uno no puede improvisar, pues, y la universidad no me sirvió para nada y, al parecer, los dados tampoco!
    Hoy en día es normal sentir que no sabemos nada o que lo que sabemos no nos sirve para nada y resulta muy cierto que es de ignorantes creer que haciendo gárgaras con frases del Che y de Fidel se hace una revolución, como me lo manifestó el escritor chileno Roberto Ampuero. Pero, ¡ay, sí!, como ahora todos somos revolucionarios, estamos convencidos de que las reglas son muy peligrosas; las reglas no, seguirlas, más cuando es posible que falten solo horas para que se acabe el mundo.
    ¿Cuántos estamos viviendo sin límites porque el mundo llega hasta el 21? Según oí por ahí, 15 % de la población mundial. ¿Nada? Quizás. Pero juro que para ciertas cosas es un porcentaje importante: ¿se imaginan 1050 millones de viejas quitándole el novio a la enemiga?
    Y es que sin duda esa es una de las características de la crisis de la Modernidad, pese a que hay otras más dramáticas, como la resignificación de los valores tradicionales y, por ende, la incapacidad asumida de ser buenos ciudadanos: el hombre ha vuelto a ser un lobo para el hombre (y la mujer, una zorra para la mujer). Vivimos en depresión: tanta gente y poca plata, poco espacio, pocas riquezas, pocas oportunidades. Tenemos baja tolerancia a la frustración; entonces, no estamos dispuestos a sacrificar nuestro bienestar por el de nadie, porque mucho nos ha costado conseguirlo. No sabemos si lo que hacemos es lo que queremos hacer o lo que haríamos porque qué tal que se acabe el mundo. ¿Será por eso que empezaron el proceso de paz con las Farc?
    Hablando de procesos, de Farc y otros demonios, si no se acaba esta vuelta y seguimos desempleados o aguantando hambre, el panorama luce alentador: podemos abrir oficinas de cobro de excusas y de expendio de perdón, ir a Bogotá a recoger las basuras (que hay muchas, y necesitan ayuda) o al campo a medir las tierras que se pretenden repartir.
    Y ya que el campo está de moda, ¿el tamaño –de la tierra– importa? ¿Es el cooperativismo la única forma viable para el trabajo agrícola? ¿La palabra hectárea viene del nombre más parecido al vocablo y de la cantidad de ego que se puede llegar a cultivar ahí?
    *Frase extraída de la cuenta @FrasesDeSarcasmos: “La NASA acaba de confirmar que el día 21 cuando termine la tarde, el cielo va a estar muy oscuro. Un fenómeno llamado Noche”.
    Publicado en Kien y Ke