sábado, 30 de octubre de 2010

Furtivos Fragmentos de un Discurso Desesperado I

Con un lenguaje chabacán, que no se le veía para nada bonito ni bien ni nada, pero que lo usaba porque sin duda quería ser su “amiga” –como si una mamá pudiera jugar ese doble rol, y peor: al mismo tiempo!!!– le preguntó:

          - Usted le está “cayendo” –óigase bien: cayendo– a él, o él le  está “cayendo“ –otra vez, cayendo- a usted?

Intranquila, como cuando le hablan de él, quitándole la mirada de sus ojos para que su mamá no notara las impertinentes lágrimas, respondió:

          - Ni lo uno ni lo otro. Ya me cayó, ya me comió, ya me dejó.

Ahora vive de su olor, en su pelo, porque más que un shampoo, todas las mañanas ella se echa una historia.


*Escrito publicado sólo en el Blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y?